Tuesday, June 06, 2006

...camino del héroe...


México... el espacio de lo inmenso y sin control.

Crecí viendo la destrucción del tiempo y la desaparición de la estructura ausente. Como corrieron los caballos al fin del camino, su pelaje oscuro se hizo penumbra y por ahí todos nos fuimos. Crecí viendo como todos nos dividíamos, como con misterio las criaturas se destrozaban para hablar de su idea. Crecí en una época donde ya nadie ni nada entendían, crecían aspirando encontrar algo. El occidente ha vaciado como una coladera enorme los templos y el seno de nuestros espíritus. La somnolencia precede al existir, descanso e insuficiente locura. El ciclo se repite, se cierra, invertido como agujas de punta, insuficientes, hacen que ya nadie piense. Crecí donde todos, a cada lado, van caminando despacio hacia lo inesperado pero consciente. Crecí a un lado del tiempo y lo vi perecer, de reojo cautivó mí estadía, muchas sonrisas, divergentes se tornaron mis tendencias, los sabores, todos esos ojos que me miran sin expresiones, como vaginas oscuras que se describen en el interior de mis cuencas. Crecí al final de dos túneles, como una conciencia constante hundiéndose como acero en carne blanca. Crecí hablando de amor a flores marchitas y sin polen, germinando frutos sin semilla, sin sabor y carne con lepra. Se doblaron mis ánimos sin elefantes blancos, la naturaleza cobijó de la lluvia los rezagos de mis respuestas, se lavaron los fantasmas de mis mejillas. Crecí asistiendo a velorios de gente en la que creí; se desvanecieron como moscas al azote. Ni grietas, ni senderos a la penumbra, solo ese instante brillante de lisonjeros pesares… la tierra abatiendo con polvo sofoca las miradas y múltiples espectadores.

Soñad Q.:Q.: H.:H.: ...porque hoy la penumbra está aquí...

D.