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Ya pronto me voy... a arar la tierra, con golpes contundentes y exactos, ofrendar la espina y el pensamiento limpio, claro y puro... ya pronto la medicina del trabajo curará mí cuerpo y mente. Sin pensamientos vagos, ni excluyentes, sin lo imbécil en el rostro y quejidos y malhumores en las líneas que se expresan. Ya nada de porquería en mí semblante, ni opiniones superficiales, ni terceros ni segundos provocando ansia. ya mañana no estaré, porque sonreiré bajo el sol, las manos en la tierra, pajas doradas en el cabello y el fuego acompasante, con plática profunda e interesante. Ya pronto me iré a los sueños de todos, a no existir en cuerpo... solo ser la idea hermosa, de quién pasea entre los pastizales.
El rosario. 2008.
D.
Nada de trámites hoy, ni condolencias, ni pesares, ni nada... ...no somnolencia, ni insultos, ni apartados cariñosos para saciarse con besos.... Nada de deudas, ni bancos, ni pagos, ni paseos entre el smog y vías de hormigas. Nada de ganas de detenerse, de espiar entre el hoy en la tarde y mañana. Nada de volver al rato y dejarlo para después. Hoy, nada de sartas de estupideces y consecuentar el podrido ego. Separarse de la idea de género, de la trastienda y el recibir arquetípico trazado por la ingenuidad y la ignorancia. Sin gemidos, ni pucheros, sin apareos, ni gestos. Hoy descanso de insultos, sonrisas, corajes y tensiones enjundiosas. Hoy platico entre árboles trinos varios y como animal sin pescebre, me voy caminando sin sendero al final del desierto. Hoy, no... ni mañana, ni nunca, no ahora, ni a la vuelta de la esquina.
D.