Me esperas, para negociar una idea, residuo de pensamientos de verbena?. Estarás en frecuencia, oscilando con un suspiro entrecortado avisando con tus gestos y muecas lastimeras? Platicarás de tú faena, de tú recorrer caminos, experiencias y feroces peleas? Llegarás hoy, a contarme de lo que observas de reojo, al posar tú barbilla en el lóbulo de mí oreja.? De este impulso incrementado, tumulto de latidos, el temblor que a mis manos se dirige y caricias genera. Mis dedos juguetones, con remolineos y presiones firmes, tanteos y extravaganzas a ligera, erizarte, susurrar como viento.
Cruzando miradas, platico con ella, te miro con pupilas firmes, henchidas y fieras. En pausa, me contengo congelado, apartando el sentido perdido al que nuestra platica se aferra, y me sugiero el respirar tranquilo como inhalar el agua en tierra suelta. Brota de mí un riachuelo, con una línea ligera, curveandose al llegar, posarse en mí boca y languidecer como muestra de mí no saber que hacer ante el pose de la naturaleza. Ahora, ya sin exigencia, recuesto mí cuerpo, entrego la carne y la piel húmeda, la lengua en punta, espectante aguja de enhebrarse en un hilo de saliva mutua. Levito en el umbral mismo de una ensoñación pasajera.
Cruzando miradas, platico con ella, te miro con pupilas firmes, henchidas y fieras. En pausa, me contengo congelado, apartando el sentido perdido al que nuestra platica se aferra, y me sugiero el respirar tranquilo como inhalar el agua en tierra suelta. Brota de mí un riachuelo, con una línea ligera, curveandose al llegar, posarse en mí boca y languidecer como muestra de mí no saber que hacer ante el pose de la naturaleza. Ahora, ya sin exigencia, recuesto mí cuerpo, entrego la carne y la piel húmeda, la lengua en punta, espectante aguja de enhebrarse en un hilo de saliva mutua. Levito en el umbral mismo de una ensoñación pasajera.
D.